La nueva técnica de abordaje del labio consiste en la utilización de microcánulas de pequeño grosor (igual que la aguja), que se realiza rápidamente, sin dolor ni hematomas, no precisa anestesia, al inyectarse por fuera del área perilabial. Se inflama un poco el labio el primer día, no aumenta de volumen y se evita el aspecto de “boca de simio”.